Como siempre, nos deja momentos vividos para el balance personal y colectivo. El tono, el color del año, fue la incertidumbre, pero asimismo la esperanza. Felizmente la vida está llena de experiencias para ayudarnos a crecer y enseñarnos a tomar decisiones.
Ha sido un año de muchas decisiones y con muchos sentimientos que acompañaron su transcurso. Hubo alegrías, sí, pero fue el año de la gran tristeza por las pérdidas sufridas por más de 6100 familias uruguayas. También nuestro Círculo sufrió las suyas.
La verdad, que las partidas nos permiten reflexionar en que deberíamos aprovechar nuestro tiempo aprendiendo de las experiencias y tratando de sacar provecho para comprenderlas, sin dejar de lado la necesidad de vivir felices.
No es excluyente además, agudizar nuestra capacidad de entender mejor a los demás. Las experiencias no son ni buenas ni malas, la manera en que elijamos catalogarlas depende de cómo las consideremos al vivirlas.
Fueron muchas las experiencias que nos deja este año. Enseñanzas, decepciones, comprobaciones, alegrías. Todos sentimientos muy válidos, muy genuinos, muy humanos. Sentimientos al fin.
Ojalá el próximo año les brinde la oportunidad de tener muchas experiencias y muy buenos sentimientos, pero ninguno como la felicidad de vivir con salud, trabajo, rodeados de afectos, para poder ayudar, abrazar, dialogar y por sobre todas las cosas, estar en armonía y vivir en paz.
Quien les diga que el 22, “el loco” para los quinieleros, el año del Tigre para los chinos, logra terminar siendo un buen número y el 2022 un gran año.
Con todo nuestro afecto y cariños, muchas felicidades para todos ustedes y sus familias!
Diciembre 2021
Consejo Directivo