Asistimos hoy a situaciones difíciles para el deporte.

No se puede ocultar que nos preocupa lo que está sucediendo en el mundo, y todas las
repercusiones negativas que tocan de cerca al periodismo deportivo. El 2022 cerró con 68
periodistas asesinados y más de 300 que están presos, por delito de opinión. No son buenas
noticias.

Muchos colegas han perdido sus empleos, otros ya no pueden dar cobertura a los
acontecimientos del deporte, porque sus empresas de medios ya no tienen recursos, y han
optado por suspender la participación presencial de periodistas en competencias
internacionales.

Diarios que ya no publican en papel, pero cobran suscripciones de noticias que se leen gratis
en portales. La publicidad en prensa digital sigue sin alcanzar.
Los hechos públicos y sus protagonistas están en el centro de atención. El dañado es el
deporte y nos afecta, ya que formamos parte del mundo del deporte, no estamos ajenos a él.
Las relaciones con federaciones, clubes de fútbol y en otros deportes han entrado en una
fase de estancamiento. El acceso a las fuentes es cada vez más difícil. Desafortunadamente,
sin acceso a los protagonistas del deporte, nuestro trabajo se vacía de contenido.

Con el argumento de planes estratégicos de marketing y promoción de marca, nos obligan a
demandar una y otra vez nuestro legítimo derecho de acceso a las fuentes.

Exjugadores, o entrenadores, que ocupan lugares de periodistas, para ser analistas. Se les
invita a opinar en un programa, y poco a poco esos actores les van quitando sillas y
micrófonos a los periodistas. Entregamos la opinión a quienes menos opinan.

Tenemos que trabajar unidos, todos, asociados y colegas. Hay que resguardar la profesión y
preparar a las nuevas generaciones para combatir las enfermedades que afligen al deporte.
Es clave que no permitamos que afecten nuestra libertad de expresión, y se nos cuestione el
ejercicio profesional atacando nuestra independencia de opinión, que últimamente ha sido
acometida.

Solo nuestra capacidad de crítica puede ayudar al deporte a combatir los virus mortales que
están afectando su credibilidad y capacidad educativa, su sentido amplio como
manifestación cultural. No debemos dejar pasar ningún acto de corrupción, dopaje o el
arreglo de partidos.

Hay tarea. Tenemos planes, proyectos, para continuar reagrupando, para corregir rumbos,
para encauzar la preparación de jóvenes aspirantes, para seguir mejorando los beneficios a
los colegas, – muchos autogestionados y free lance -, con mirada extendida al resto del país.

La profesión cambió. El mismo cronista arma la noticia, la historia, la gacetilla, graba voz,
toma fotos, video, edita, postea, alimenta redes de medios y propias.

Precisamos hacer foros de debate, escuchar especialistas. Necesitamos más voces para
preparar el futuro, repensarlo entre todos. Mejorar la profesión.

Tenemos la misión de transformar nuestra tarea como gremio y acercar a los más jóvenes y
aquellos que estuvieron y no están a que retornen.
Institucionalmente estamos en un ambicioso proyecto de reconvertir la sede y reinvertir
nuestro patrimonio. Muy pronto, además, quienes tomen a su cargo la conducción del
Círculo, deberán – entre otras responsabilidades – organizar la Edición 50 de los Premios
Charrúa y la 10K de la Prensa Deportiva.

Con la ubicación histórica del tiempo que nos toca vivir, afrontando la realidad con
esperanza, sensatez y trabajo para hacer sostenible nuestra existencia como Institución,
queremos presentar un fraterno y hermanado saludo a los asociad@s, a los dirigentes,
amigos y colegas en general, convocando a unir y reunir a tod@s l@s que desean estar en el
Círculo, celebrando en esta jornada, la vigencia de nuestra fantástica, fiel y positiva
vigencia.

¡¡¡¡¡Muy Feliz Aniversario!!!!!